Se vienen las acusaciones de fraude electoral 

Por Natalia López Gómez

Javier Milei viene hace semanas denunciando fraude en las elecciones. El candidato libertario, asesorado vaya uno a saber por quién, viene dando señales de su próxima movida: deslegitimar el proceso electoral. El dato llamativo es que La Libertad Avanza no presentó una denuncia ante la Justicia Electoral. 

En esta nota, te contamos cómo es el proceso electoral. Como se cuentan los votos y por qué el sistema es legítimo y transparente.

¿Cómo se cuentan los votos en Argentina?

En Argentina, contamos con dos escrutinios: uno provisional, que se realiza el día de las elecciones y proporciona resultados informativos, y otro definitivo, llevado a cabo por la justicia electoral 48 horas después, que valida legalmente los resultados y asigna cargos públicos. Este proceso dual se compara con el sistema australiano, que tiene un único escrutinio definitivo.

Es crucial entender que el proceso electoral argentino es transparente y meticuloso. Durante el escrutinio provisional, la Dirección Nacional Electoral (DINE) y la Justicia Electoral supervisan cada paso. El documento oficial, el acta de escrutinio, detalla los votos para cada fuerza política, los votos en blanco, nulos e impugnados. Además, se generan certificados y telegramas para la verificación y digitalización de los resultados.

La digitalización de los telegramas se realiza a través de un sistema proporcionado por Smartmatic al Correo Central, gestionado por INDRA. Este proceso cuenta con múltiples etapas de verificación y garantías, asegurando la precisión de los resultados. Las diferencias entre el escrutinio provisional y definitivo son mínimas, demostrando la confiabilidad del sistema.

Las denuncias en redes, no son denuncias

Las elecciones argentinas son un proceso transparente, con controles efectivos y garantías legales. La confianza en el sistema electoral es esencial para mantener la estabilidad democrática. La desconfianza infundada solo socava la integridad del proceso y puede tener consecuencias a largo plazo en la cohesión social. Es vital que todos los actores políticos reconozcan y respeten el sistema que han apoyado a lo largo de los años.

La legislación argentina establece claramente las condiciones para impugnar elecciones, y ninguna fuerza política objetó formalmente los resultados de las elecciones de 2023. El fraude implica intervenciones ilícitas sistemáticas, generalizadas y asociadas a un partido específico, una definición que sólo puede determinarse mediante la intervención de la justicia electoral.

Es crucial destacar que las acusaciones de fraude basadas en telegramas son infundadas, ya que estos documentos, aunque se publican para consulta ciudadana, no tienen validez legal. Las actas y certificados, controlados por la justicia electoral, son los documentos legalmente vinculantes.

Las estrategias de deslegitimación del proceso electoral no son nuevas y se han observado en otros países, como Estados Unidos (Donald Trump) y Brasil (Jair Bolsonaro). En estos casos, la desconfianza persistente generó divisiones duraderas en la sociedad.