El Hospital de El Calafate está lleno de jefes que no van a trabajar e incluso muchos ni viven en la villa turística.

Los autoconvocados denuncian nombramientos irregulares y “una batalla campal” por los cargos. Hay muchos Caciques dando órdenes pero no tienen instrumento legal que los avale. Hay consejeros que estarían cobrando entre 4 y 5 millones de pesos mensuales pero ni siquiera cumplen con las horas de trabajo. 

Profesionales médicos, administrativos y trabajadores de distintas áreas del Hospital SAMIC de El Calafate se organizaron como “autoconvocados” y denuncian las irregularidades que se están produciendo en uno de los centros de salud más importantes de la provincia.

Así lo informó a Wou Radio el doctor David Bruque, quien explicó que “estamos preocupados por la situación que estamos viviendo en el hospital y especialmente cómo está afectando a la comunidad”. El profesional dijo que “parece una batalla campal cómo se están repartiendo los cargos entre las distintas partes” e informó que la administración del SAMIC está compuesta por un Consejo de Administración de seis miembros (integrado por tres personas designadas por Nación, dos por Provincia y uno del Municipio), y una Comisión Directiva, que actualmente encabeza el doctor Ignacio Suarez Moré. 

Ocurre que el Consejo de Administración no está completo porque Nación no termina de nombrar a sus representantes, Provincia nombró a algunos con procedimientos un tanto irregulares y el único que sí cumple es el Municipio, que nombró a Martín Freile. 

Según el portal oficial del SAMIC, el Consejo de Administración es el siguiente: en representación de Nación el abogado Eduardo Cini y la licenciada Silveria Garcia, por parte de Provincia Karen Soledad Aguilar Otey y del Municipio Martin Freile. Es decir, 4 de 6. Además, Eduardo Cini y Karen Aguilar no tendrían domicilio en la villa turística.

Faltan firmas

El doctor Bruque comentó que esta situación genera unos cuantos problemas de funcionamiento que afectan directamente a la comunidad, por ejemplo “tenemos que suspender algunos estudios por faltas de firmas”, dijo, y resaltó que el Hospital SAMIC “no solamente da respuestas Calafate, sino que da respuesta a toda Santa Cruz, la Patagonia y hasta de todo el país. Recibimos muestras y por el momento hay ciertos estudios que tuvimos que frenar”.

Los autoconvocados denunciaron los nombramientos irregulares mediante nota al Ministerio de Salud de la Nación y también al Ministerio de Salud provincial, pero aún no obtienen respuesta.

Autonominados

El doctor Ignacio Suarez Moré es un reconocido en la salud provincial que ya recorrió varias gestiones con distintos cargos y ahora se autodenomina Director Ejecutivo del Hospital de El Calafate, aunque los trabajadores se preguntan cómo hizo para llegar hasta ahí teniendo en cuenta que era integrante de un Consejo de Administración incompleto y que, para colmo, no vive en la localidad. “Suárez Moré hoy en día se supone que es el director ejecutivo del hospital, pero el mismo el nombramiento es algo raro. No entendemos bien porque nada es público, no sabemos si se autonomina”, dijo el doctor David Bruque, y agregó que “tengo entendido que tiene firma, pero los trabajadores no entendemos cómo fueron los procedimientos”.

Por otra parte, los autoconvocados detectaron el ingreso de una gran cantidad de personas no vinculadas a la salud, algo que les llamó la atención ya que el hospital “es un organismo nacional y la entrada de personal está congelada, también por un decreto del propio gobernador de la provincia están congelados los ingresos, entonces terminan entrando personas pero no son profesionales, o sea no es el médico gastroenterólogo que necesitamos”, dijo por dar un ejemplo.

Ni de aquí ni de allá

Según el estatuto que rige la actividad del SAMIC, todas las autoridades deben ser residentes en la localidad de El Calafate, algo que tampoco se cumple en la mayoría de los casos. Especialmente del supuesto Director Ejecutivo, Suarez Moré, que vive en Puerto Santa Cruz.

Andrés Cini y Karina Aguilar serían otros dos que no tendrían domicilio en la villa turística.

Según se cuenta por ahí, se usarían móviles oficiales para ir a buscar a estas personas a sus ciudades y llevarlas a trabajar a El Calafate. Esto no pudo ser confirmado por los autoconvocados, aunque sí “vemos el uso de distintos móviles del hospital en forma que nos parece raro, porque no son propiedades de los directivos del hospital sino que son para el uso de los pacientes y de la comunidad”, dijo Bruque.

Otro tema es que los consejeros estarían cobrando un sueldo de entre 4 y 5 millones de pesos mensuales, dinero suficiente para conseguir un alquiler modesto en el Calafate y llegar a fin de mes con cierta holgura. 

No habría excusas para no vivir en la villa turística, pero algunos directivos prefieren seguir en sus localidades de origen, incumpliendo el reglamento y también faltando en sus funciones, ya que deben trabajar 48 horas semanales.