A pesar de todo cientos de argentinos pasaron por el registro civil y se casaron. Bodas con pocos testigos, matrimonios a distancia y festejos postergados. En épocas de Covid-19, los casamientos en todo el país se vieron afectados y se adaptaron a las circunstancias, ya sea limitando la cantidad de invitados, realizando celebraciones virtuales e incluso celebrando matrimonios a distancia.
Los casamientos durante la pandemia se vieron atravesados por limitaciones de varios tipos como muy pocos invitados en las ceremonias, postergación de fiestas, celebraciones virtuales o matrimonios a distancia, entre otros protocolos implementados para mitigar la expansión del coronavirus.
En algunos casos las medidas de aislamiento social llevaron a varias parejas a iniciar una convivencia y en otros casos, la firme decisión de los novios de contraer matrimonio se impuso sobre las distancias, los temores y las restricciones.
Santiago del Estero
En Santiago del Estero, Ana Karina Najar y Eloy Ezequiel Navarrete son una de esas parejas a las que la pandemia no detuvo y se casaron el viernes.
“Lo veníamos pensando hace mucho tiempo y dijimos que queríamos terminar el año, el cual para nosotros ha sido un poco difícil pero no así malo, juntos y casados”, dijo Ana Najar.
La joven comentó que con Eloy hace más de dos años están de novios y, añadió, “queríamos estar juntos y celebrar por eso hicimos una fiesta virtual”.
“Desde el principio lo pensamos así, estar los dos juntos en un lugar y transmitir en vivo con nuestros amigos y familia, porque tenemos mucha familia en otros lugares”, relató la novia.
Luego de casarse en el Registro Civil, con sus madres de testigos, fueron a un bar en donde en mesas distintas estuvieron junto a su familia para brindar, para luego a la noche armar una fiesta virtual.
“En la fiesta virtual estábamos los dos, mi hermano que ponía la música y un camarógrafo, cumpliendo los protocolos y así transmitimos todo en vivo para más de 200 invitados virtuales y nos sentimos muy acompañados”, explicó.
Al principio, detalló, “nuestra familia y amigos no entendían lo de la fiesta virtual, como que no se copaban. A medida que fue pasando el tiempo, lo aceptaron y nosotros armamos unas cajas que enviamos a cada una de las familias con dos copas para brindar, una foto nuestra y una mini torta”.
“Por cosas como estas es que no me gusta decir que fue un año horrible o malo, porque a pesar de todo el amor es esperanza y vida”, concluyó Ana.
Santa Cruz
En Santa Cruz, Claudia Rattaro (44) y Eduardo Witt (48), en pareja hace 18 años, con cuatro hijos de entre 2 y 20 años, decidieron en plena pandemia casarse porque, explicaron, “uno nunca sabe lo que puede pasar”.
“Por una cosa o por otra pasa el tiempo y no te casás pero en algún momento había que hacerlo y decidimos que era hora”, contó Claudia, que trabaja en la municipal de Río Gallegos.
Rattaro dijo que “personalmente pensaba que no se podía, lo comenté y me dijeron que se están realizando ceremonias en el Registro Civil, fue facilísimo, nos dieron el turno por Whatsapp, tuvimos que presentar una documentación”.
Cuando les dieron fecha, “dijimos que no había problema, así que fue en cuestión de días, pensamos que sería solo con los testigos pero pudimos llevar hasta diez personas, así que fueron los padres de los dos y se convirtió en un casamiento de verdad”, añadió la mujer entre risas.
Rattaro y Witt, empleado municipal y programador y productor en radio Río Gallegos, son padres de Lucas (20), Zoe de 15, Benicio de 7 y Alfonsina de 2 años, de “todos los niveles escolares”, advirtió con humor Eduardo.
Córdoba
En Córdoba, Damaris Estigarribia Cano y Ezequiel Moyano, fueron la primera pareja en casarse en cuarentena, el 12 de mayo, en una ceremonia que se desarrolló en el Registro Civil municipal, a donde concurrieron, además de los novios, solo los testigos y autoridades.
Los casamientos en pandemia sufrieron limitaciones como pocos invitados, postergación de fiestas, celebraciones virtuales o matrimonios a distancia.
“Sabíamos que esto estaba escrito para nuestras vidas y aprovechamos el tiempo que Dios preparó para nosotros. Se abrió una puerta para que nos casemos, y esta es la forma que tenemos que adaptarnos”, resaltó Moyano.
Mientras que Estigarribia Cano, de nacionalidad paraguaya, señaló: “No es fácil, es diferente, muy atípico, pero estamos decididos. No es lo que una soñaba pero decidimos hacerlo y la fiesta se pospone hasta próximo aviso”.
La Municipalidad de Córdoba habilitó para la celebración de ese matrimonio un sistema de seguimiento en línea, por lo que familiares pudieron participar de la ceremonia de manera remota, incluso los allegados de la novia, que siguieron la unión desde Paraguay.
Días más tarde, el 19 de mayo, Florencia Odonetto y Rodrigo Mancini se casaron pero con la particularidad de que cada uno lo hizo desde su casa, a través del sistema de videoconferencia del Registro Civil provincial.
Odonetto expresó a los medios: “Soñábamos con una boda tradicional y fue todo lo contrario. Nos íbamos a casar el domingo 22 de marzo, pero unos días antes comenzó la cuarentena”.
Los casamientos durante la pandemia se vieron atravesados por limitaciones de varios tipos.
Chubut
En Chubut, desde hace un par de meses vuelve de a poco a la normalidad en la celebración de casamientos por turnos y con aplicación de protocolos que exige el marco de pandemia.
“Si el casamiento es en la oficina pueden estar solamente los contrayentes, dos testigos y el oficial de justicia”, aclaró la directora General del Registro Civil provincial, Patricia Moyano.
La otra modalidad permitida es que el casamiento se realice fuera del ámbito oficial -un salón de fiestas o alguna iglesia evangélica con mayor espacio- donde deben estar presentes cuatro testigos.
El fenómeno nuevo que se dio en tiempos de aislamiento fueron los pedidos de casamiento a distancia sobre los cuales no había prácticamente registros y en estos meses se pidieron al menos en cinco oportunidades por la imposibilidad de viajar.
“La modalidad del matrimonio a distancia es aquel en el contrayente que está ausente expresa su consentimiento en el lugar en que se encuentra, ante la autoridad competente para celebrar matrimonio y todo queda formalizado a través de escritos”, explicó Moyano.
El caso más llamativo fue el de una pareja que se separó por cuestiones laborales -estaban embarcados y se bajaron en distintos puertos- que querían casarse y formalizar su situación.
Bodas con pocos testigos, matrimonios a distancia y festejos postergados en medio de la pandemia.
“La novia inició los trámites en Puerto Madryn porque se lo permite nuestra ley pero no pudo cumplir su deseo porque el novio se encuentra en Perú, país que no tiene la misma legislación respecto a este tipo de uniones a distancia, así que tendrán que esperar”, recordó Moyano, quien culpó a la Covid-19 de la situación porque “si no estuviéramos en medio de una pandemia el novio tomaba un avión, viajaba a Chubut y listo”.
Santa Fe
En Rosario, en tanto, se pudo lograr el 21 de octubre el primer casamiento binacional online de Argentina, entre la rosarina Agustina Vidal Montefiori (28) y su novio de Nueva York, Scott Marmon (34).
Los novios dieron el sí ante un juez del estado de Utah, luego que los contrayentes, quedaran separados por el cierre de fronteras a raíz de las medidas de aislamiento por el coronavirus.
A la inédita ceremonia asistieron unos pocos amigos e invitados que siguieron las alternativas de la boda desde las pantallas de sus dispositivos.
El vínculo matrimonial fue apostillado por La Haya (método simplificado de legalización de documentos) y, con ese certificado, Scott Marmon, pudo aplicar una visa de reunificación familiar. El 25 de noviembre, el joven neoyorquino pudo ingresar a la Argentina y reencontrarse con su esposa rosarina.
Provincia de Buenos Aires
En Buenos Aires, los platenses Rafael “Lito” Picciola, de 71 años, y Alicia Kuczynski, de 74, contrajeron matrimonio el 17 de noviembre tras la reanudación de los trámites presenciales en las delegaciones del Registro Provincial de las Personas, en una ceremonia con turno asignado, uso de barbijos y sin invitados, en la que participaron el juez y dos testigos.
Diversos protocolos fueron implementados para mitigar la expansión del coronavirus.
Los novios dieron el sí a las 10 sin familiares ni amigos alrededor, que esperaron en la vereda la salida de los recién casados, para evitar aglomeraciones y contagios, de acuerdo al protocolo para bodas.
“Fue una alegría muy grande poder casarnos. Estamos muy felices. Originalmente, teníamos turno para el 3 de abril, pero por culpa del ‘bichito’ nos suspendieron la fecha y tuvimos que esperar hasta hoy”, contó Picciola, el día de la ceremonia.
Lito y Alicia se conocieron hace 18 años en el Centro de Abuelos de Villa Argüello, en Berisso, y nunca más se separaron, pero recién en marzo, por la pandemia, comenzaron a convivir. La idea de contraer matrimonio surgió en diciembre, mientras miraban un programa de televisión.
“No recuerdo cómo fue pero nos pusimos a charlar que nos faltaba la unión formal. Nuestros hijos estuvieron de acuerdo, lo comprendieron”, precisó el hombre y la mujer, añadió: “Nos queríamos casar porque es muy feo decir ‘mi pareja’ y ahora puedo decir ‘mi esposo'”.
Los recién casados contaron que un día encontraron en el suelo mientras caminaban un dije con la forma de un trébol y pensaron que ello les iba a dar buena suerte. Esa misma tarde, recibieron un llamado del Registro para avisarles que se había reprogramado el turno para el 17 de noviembre.
Tras la ceremonia, los dos hijos de Alicia, los dos de Rafael, juntos a sus parejas, sus ocho nietos y un puñado de amigos, los esperaron afuera para arrojarles arroz y pétalos de rosas, tras lo cual compartieron un festejo íntimo en el parque de su casa, “al aire libre y con distanciamiento”, dijo Kuczynski.
Desde marzo, el esquema de atención en las delegaciones del Registro Civil era sólo online y reservó la atención personalizada para las delegaciones de los municipios que estaban en fase 5, con menos contagios de Covid-19.
En algunos casos las medidas de aislamiento social llevaron a varias parejas a iniciar una convivencia.
Patricio Zalabardo, el director del Registro de las Personas, explicó a Télam que el protocolo para la ceremonia contempla el uso de tapabocas y que sólo puedan asistir los contrayentes y testigos, y agregó que se les pide a los familiares que aguardan afuera que mantengan distancia.
Durante los meses de aislamiento por la pandemia se celebraron en los municipios en fase 5, 1.047 matrimonios y uniones convivenciales.
Mendoza
En Mendoza, Cecilia Labiano y Lucas Godoy Lemos tenían todo listo y pago para casarse por Iglesia y una gran fiesta tras el civil el 11 de abril pero debieron cancelar y postergar todo, incluso el arribo de sus familiares de Chile.
“Use el vestido del civil para la Iglesia y el otro queda a la espera de cuando podamos festejar, con baile, abrazos y besos”, dijo Cecilia, quien logró dar el sí el sábado 5 de diciembre cumpliendo el protocolo en la ceremonia religiosa, con barbijos y un brindis muy íntimo tras el civil.
San Luis
En San Luis, Camila Rosales (26) y Nicolás Rodríguez (26) decidieron casarse el 24 de julio, en plena pandemia, adaptándose a los protocolos que el comité de crisis local les exigía en ese momento para la celebración.
La boda, que estaba planificada desde principios de año, sufrió su primer imprevisto cuando el dueño del salón donde realizaría el evento les advirtió que no podía mantener el precio acordado tras lo cual les devolvió la seña.
“Nosotros decidimos hacer nuestra unión en pandemia porque realmente el año anterior había sido muy duro desde lo emocional y queríamos unirnos ante dios por nuestra fe y formalizar nuestro vínculo, y realmente fue un bálsamo para nosotros y nuestras familias”, relató Camila.
La celebración religiosa se hizo en la parroquia San Roque, y solo pudieron asistir diez integrantes y con distanciamiento, mientras la fiesta se realizó en un pequeño salón para 40 personas, autorizado por el comité de crisis y con una trazabilidad de todos los invitados que asistieron.
FUENTE: TELAM