Chile logro una de las campaña de inmunización contra la COVID-19 más exitosa de la región y una de las mejores del mundo. Pero no todo lo que brilla es oro. Y en los últimos días han superado los 7.000 positivos, la mayor positividad en nueve meses.
El Dr. Yuc Ramón Kong, médico de emergencias de la Universidad de Chile, advirtió en televisión: “Hoy no te puedes enfermar de nada, infartar ni accidentar, porque no cabes en un hospital”. En su cuenta de Twitter, el Dr. Kong describió la situación epidemiológica de manera dramática: “Sumergidos, y el agua sigue subiendo. Atrapados, y se nos acabaron las salidas”.
Uno de los elementos que avivó el alza de contagios, como habían advertido expertos ha sido el triunfalismo y una comunicación de riesgo deficiente que transmitió la idea de que con las vacunas, el COVID-19 estaba superado.
“Hubo la sensación de que la vacuna podía resolver el problema”, comentó la Dra. Jeannette Dabanch, infectóloga del Hospital Clínico de la Universidad de Chile.
En Chile se instaló la tranquilidad y la sensación de alivio de que llegaba la vacuna y con eso se terminaba el flagelo de la pandemia. Una cosa es tener un plan de inmunización exitoso y eficiente, y otra es que la vacuna haga bien su tarea en un escenario con muchos contagios y con un virus que tiene la capacidad de mutar y adaptarse.
En Argentina la situación no es muy diferente, si bien los indices de vacunación son sensiblemente menores que los de Chile. La sensación que la llegada de la vacuna soluciona todos los problemas esta en el aire, desde el Estado no se intensifican las campañas de cuidados y protocolos, sino que se hace hincapié en todo lo que este referido a la cantidad de vacunas que llegan al país o los grupos a los que le corresponde el turno de vacunación. Este mensaje de esperanza esta generando un doble mensaje, por un lado el de la esperanza que en breve podremos enfrentar la pandemia con armas mas poderosas que nos permita disminuir la cantidad de muertos, pero por otro lado también genera una falsa seguridad, y esto lo podemos ver en la escalada de positivos que se están viendo en las ultimas semanas, y peor aun con un incipiente colapso del sistema sanitario, ya que nuevamente las UTI de todo el país ya se encuentran al borde de la saturación, ya sea en el sistema público o privado de salud.
El estado debe inmediatamente poner todos los mecanismos de comunicacion en pos de transmitir un mensaje claro, y concreto, sobre medidas de prevención, y no el mensaje de triunfalismo por la llegada de las vacunas.
Lejos, muy lejos estamos de poder festejar o celebrar un triunfo, seguramente durante todo este 2021 seguiremos peleando mano a mano con esta pandemia que no nos da tregua. No es momento de pensar en campañas electorales, los que gobiernan tienen que gobernar, dejar de lado los egos personales y dejar el show mediatico para otro momento. Ahora es momento de estar más firmes que nunca, y a los políticos que tanto le gusta las comparaciones, es bueno que miren del otro lado de la cordillera para ver que aun estamos lejos, muy lejos de celebrar un triunfo.