Entre enero y marzo de este año, cerca de 70 niñas y niños de las localidades de Perito Moreno, Los Antiguos, Bajo Caracoles y Lago Posadas tuvieron la posibilidad de vivir una experiencia única: conocer y aprender sobre la vida silvestre local de la estepa mediante el acampe y la educación ambiental.
Con edades de entre 10 y 13 años, el Programa de Exploradores, diseñado y llevado adelante por Fundación Freyja y Fundación Rewilding Argentina, coordinó salidas de tres días y dos noches en sectores del Parque Patagonia cercanos a la Cueva de las Manos, que antes eran inaccesibles hasta que fueron abiertos al público en 2019. Los primeros dos meses, las salidas duraron dos noches; con el comienzo del ciclo lectivo en marzo, la propuesta se adaptó a una.
Estas actividades contribuyen a sensibilizar a los niños y niñas con su entorno. “Para que conecten con la naturaleza” explica Lucas Contrino, monitor principal del programa. “Creo que a esta edad bien temprana, conocer más sobre el lugar en el que habitan puede sembrar interés y fomentar un espíritu de conservación de la vida silvestre patagónica. Además, adquirir estos conceptos favorecerá a futuro el desarrollo de las comunidades”, dice esperanzado.
“Hablamos sobre el cuidado del agua, geología y conservación de la vida silvestre”, explica Contrino. “También generamos actividades para estimular el desarrollo físico a través del juego y la diversión.”
Los campamentos se realizan en el camping Puesto de Piedra, inmerso en el valle del río Pinturas, a unos 3 km de la Cuevas de las Manos, el sitio arqueológico más importante de Patagonia, con pinturas rupestres de más de 9 mil años de antigüedad. Próximamente, esta área de acampe, ubicada en el Portal Cañadón Pinturas del Parque Patagonia, estará disponible para el uso público.
Si bien los participantes viven cerca, “muy pocos conocían Cueva de las Manos y sus alrededores, el Parque Patagonia y los senderos del Portal Cañadón Pinturas”, explica Lucas. “Para nosotros fue una experiencia única también, porque mostrarle esos lugares a los niños y niñas fue muy enriquecedor y entretenido”.
Como en toda actividad al aire libre, “algunos grupos disfrutaban más de la actividad física, otros de los juegos de interacción, donde tenían que mostrar un lado más actoral o artístico”. Pero para Lucas hubo unanimidad de interés en los juegos nocturnos. La observación de estrellas y las caminatas en la oscuridad escuchando los ruidos de la naturaleza los atrapó.
“Para mí fue una experiencia única. Tuve una devolución increíble de los chicos, con una participación altísima y sobre todo una curiosidad por los temas que tratábamos”, dice Contrino. “Querían participar, preguntaban, estaban todo el tiempo observando. Creo que cuando generamos esa conexión de los niños con la naturaleza, es ahí donde realizamos bien nuestra tarea”, agrega.
El equipo ya está planificando nuevas actividades y la idea que los entusiasma es mantenerlas durante todo el año. “Teniendo en cuenta el factor climático, estamos trabajando para seguir con algunas actividades en las localidades, en las escuelas y en vinculación con otras instituciones”. La próxima temporada de acampe comenzaría entre octubre y noviembre de 2022.
Para este patagónico por adopción, “son enormes las posibilidades de desarrollo que ofrece el noroeste santacruceño”. Las localidades están en pleno crecimiento y pensar en emprendimientos relacionados con el turismo de naturaleza, especialmente la observación de fauna silvestre, ya no es una utopía. Lucas sueña que estos programas de educación ambiental sean la semilla que promueva “nuevos emprendimientos con una mirada conservacionista”.
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