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CUANDO VUELVAN LOS ABRAZOS

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CUANDO VUELVAN LOS ABRAZOS

“Oriol Vall, que se ocupa de los recién nacidos en un hospital de Barcelona, dice que el primer gesto humano es el abrazo.”

Este relato en la voz del gran Galeano, nos convida sensaciones vívidas y tan profundas que una referencia podría sonar redundante. ¿Pero qué seríamos sin referencias? El relato habla de los abrazos como el deseo de un vuelo, como el intento de querer volar, en el que está comprometido el cuerpo de alguien más, necesariamente. Y es que, en estos tiempos pandémicos, en los que la virtualidad nos ha amputado el cuerpo de tantos encuentros, ese encuentro físico se convierte en un recuerdo lejano que atesoramos entre algodones.Una ensoñación de otro tiempo que añoramos.

Yo abrazo,

Tu abrazas,

El/ella abraza,

Nosotros/nosotras abrazamos,

Vosotros/vosotras abrazais

Ellos/ellas abrazan

Uno de los gestos más preciados en nuestra cultura y que expresa nuestros sentimientos, los pasajeros y los profundos, es el abrazo. A veces, mientras miramos cine que nos llega de otras latitudes, de costumbres ajenas a lo nuestro, sucede que en determinadas situaciones, a alguna de las escenas le falta un abrazo estrecho, sostenido. Una querida amiga siempre me despide en sus mensajes “te mando un abrazo sostenido”, la primera vez que lo leí, me conmovió profundamente, ahora hasta puedo sentirlo. Y es que, la palabra abrazo, formada por el prefijo “ad” que se significa “hacia” nos habla de la raíz profunda de un vocablo que subestimamos porque no le hace honor a lo que realmente refiere. Es un ir, un dejarse caer, un permitirse estar, entre los brazos de otro cuerpo. Es intentar acercar dos núcleos que bombean, es intentar estar cerquita del corazón de otro/otra, de encajar entre los brazos de otro/a. Por más que no sea siempre recíproco, es un intento por sostener el recipiente que contiene la conciencia de un otro/a tan querido/a: ese cuerpo que aletea. El 31 de diciembre de 2020, mientras se sucedían los preparativos culinarios de la cena esperando el año nuevo, fui preparando una lista de música a la que titulé Chau 2020 nombre absolutamente previsible.

El criterio para incluir las canciones de este repertorio ecléctico, fue pensar y sentir toda la música que escuché el 2020 y con las cuales me sentí acompañada, abrazada de distinta manera y en diferentes momentos. Porque hay distintos abrazos que se perciben y se exhiben de diversas formas. Hay abrazos que consuelan, que acompañan acompasadamente el sollozo. Hay abrazos que enamoran; algunos sofocan. Otros abrazos empujan hacia adelante. Hay abrazos que abrigan las luchas, que son ideológicamente imprescindibles. Hay abrazos que te oprimen, te achican, te agobian. Hay abrazos que no abrazan, ni te tocan, ni se sienten. Abrazos que frenan la ira, la embestida descontrolada, el choque. Hay abrazos que duelen, los de las despedidas, esos que hielan el alma, la estrujan. Hay abrazos que cuestan, que son difíciles de dar más también de recibir. Abrazos que conmueven, por su solidez, premura, temporalidad, origen, oportunidad. Abrazos que traicionan. Abrazos que abrigan esperanza y señalan lo por venir. Hay abrazos que ahijan, hermanan, amigan, desposan. Abrazos que confunden, que infunden dudas que despiertan alertas. Hay abrazos que incomodan porque son inoportunos, inesperados. Abrazos que se bancan los vientos australes y agigantan la meseta. Abrazos que nos debemos y esperamos . Abrazos que se extrañan, que se necesitan, que se sienten ausentes.

Otros, se escapan, se desvanecen. Abrazos que son la llegada y la partida de la patria/ matria. Abrazos que festejan campeonatos o confortan ante la inevitable derrota. Abrazos que llegan a tiempo, como barquito arribando a buen puerto. Hay abrazos que abrazan, esos son los necesarios. Hay ausencias presentes, que se advierten en estos tiempos más que en otros, se acrecientan, se inflan. Te deseamos un abrazo, de esos que sostienen, dan fuerza, que te convocan y abrigan, y te invitamos a que escuches esta canción de amores ausentes, de la banda Eruca Sativa.

Hasta la próxima. Texto: Rocío Gimenez, Ecuador y Paula González, Río Ceballos, Córdoba. Ilustración: Rocío Giménez, Ecuadorhttp://https://www.youtube.com/watch?v=x2j5iUYVSYs&feature=youtu.be

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