En la maratónica intención del gobierno nacional de inocular a la mayor cantidad de personas para anticiparse a un posible ingreso de la variante delta de coronavirus, algunas provincias no estarían colaborando. Es el caso de Santa Cruz, que hace meses tiene una sostenida cantidad de ingresos de dosis, pero una baja cantidad de aplicaciones.

Luego de las declaraciones del infectólogo Eduardo López donde afirmó que muchas provincias tienen un  abundante stock de vacunas disponibles en heladeras listas para ser aplicadas, hecho por demás preocupante y grave, los números empezaron a delatar la desidia, ya que el ejecutivo nacional envía casi en forma inmediata los sueros, pero en algunas jurisdicciones, la aplicación es lenta.

Por este contexto,  el Dr. López, que integraba el  comité de expertos que asesoraba al Gobierno, remarco: “Es un problema que las jurisdicciones no han sabido explicar y mi opinión es que sábados y domingos se vacuna poco o directamente no se vacuna. Es una barbaridad tener tantas dosis guardadas en la heladera, es un fracaso del sistema. La mejor vacuna es la que está en el  brazo y la peor es la que está guardada”.

Hoy la ministra de Salud, Carla Vizzotti salió al cruce  y dijo que: “No hay ninguna vacuna en la heladera”. Pero Santa Cruz demuestra lo contrario.

En números, de 367.941 vacunas que llegaron a la provincia, solo se aplicaron 292.259. Más de 75 mil dosis aun aguardan en heladeras.

En referencia a esto, el ministro de Salud provincial, Claudio García señalo que el acopio era “estratégico”, ya que respondía a resguardar las dosis para colocarlas cuando se cumpliera el plazo para colocación de la segunda dosis”.  

Además agrego en esa oportunidad, que la demora podía deberse a la logística en la distribución y el contacto que se debía establecer con cada persona que iba a acceder a segunda dosis de vacunas que iban ingresando: “En el caso de la Sputnik V, dado que el volumen de ingreso de las vacunas son inferiores, y lo que estamos haciendo en la medida que ingresan a la provincia, se reparten en las localidades y se hace el llamado personalizado desde las áreas de salud pública para vacunar a aquellas personas de mayor edad o que tienen mayor antigüedad en el proceso vacunatorio” explicaba García.