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Luciano
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OBSERVANDO EL AGUA

Mientras el agua comienza a cotizar en la Bolsa de Wall Street, Santa Cruz creó un “Observatorio del Agua.”

 

El agua comenzó a cotizar en el mercado de futuros de materias primas de Wall Street hace una semana. En adelante su precio fluctuará como lo hacen el petróleo, el oro o el trigo. Mientras tanto en Santa Cruz, el Ejecutivo provincial presentó un proyecto que se aprobó el jueves pasado en la Cámara de Diputados,  por el que busca comenzar con el  “monitoreo y planificación de los recursos hídricos, toda vez que el mundo y la Patagonia en particular transitan escenarios de gran incertidumbre respecto a la seguridad hídrica en el futuro inmediato”, según se explica en el articulado.  

El gobierno provincial creara un “Observatorio del Agua” que estará conformado por distintos organismos para llevar adelante el control en el manejo del recurso, en pos de consolidar o preservar (depende cual sea la situación) la seguridad hídrica en el futuro inmediato.

El área de ambiente provincial explicó el pedido de creación de este organismo “en el contexto de cambio climático global, donde los recursos hídricos comenzaron a cotizar en bolsas internacionales, y una visión integral sobre la administración del agua resulta estratégica”, por lo que se busca “desarrollar un espacio de diálogo y consenso”, lo que demuestra, que al parecer, hasta aquí,  no habían notado que era un recurso escaso y que debía ser protegido y regulado. 

En este marco de contemplación estratégica ambientalista, ¿cómo se explica el uso de agua sin control en la producción minera, o el impacto que generaran las represas en  el recurso hídrico?

La industria minera tiene un gran impacto en los recursos hídricos, ya que agota el suministro de agua con su alto uso y los contamina con descargas o infiltraciones de relaves o embalses de roca estéril.

Por otra parte, la comunidad científica afirmó en varias oportunidades  que una de las mayores causas de disrupciones en los flujos de agua es la construcción de grandes represas, contribuyendo sustancialmente a la destrucción de pesquerías, la extinción de especies y la pérdida generalizada de servicios eco sistémicos de los cuáles depende la economía humana.

Se ha explicado que la contaminación atmosférica en el sector donde se están construyendo estas represas llevara indefectiblemente a la contaminación del agua, la destrucción de hábitats y la degradación de tierras.

Tampoco se entiende la orientación de la política ambiental provincial,  si por un lado se busca proteger el recurso, y por otro se deja librado al azar terrateniente, según lo estipula le vigente Ley  provincial N°3692, que busca evitar la creación de áreas protegidas. La normativa impide la creación de nuevas áreas naturales en el territorio de Santa Cruz.

 “Los únicos beneficiarios reales de la Ley 3.692 son los capitales extranjeros que pagan grandes sumas a pocos terratenientes para desarrollar actividades extractivistas, obsoletas y cortoplacistas”, expresaron las agrupaciones ambientalistas.

Lo que dicen buscar con la creación de este Observatorio del agua, no tiene NADA QUE VER con lo que se hace respecto a remediación ambiental y cuidado del recurso. 

Cuidar el agua debe ser una estrategia consolidada en acciones reales, profundas, integrales y transversales. La planificación debe comenzar por las actividades productivas que se están desarrollando, y donde no se protegen los recursos renovables y no renovables que forman parte del patrimonio provincial. 

Empecemos, entonces.