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ZULMA , A DOS AÑOS

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ZULMA , A DOS AÑOS


Zulma Delfina Malvar Díaz tenía 63 años, era médica, especializada en ginecología y obstetricia. Todos en el pueblo la conocían y valoraban su forma (especial) de tratar a cada paciente. El día que la mataron tenía que atender una cesárea. Siempre fue puntual. Sus compañeros le avisaron al hijo que algo pasaba, y fue él quien la encontró sin vida y semidesnuda en el patio de su casa.

Zulma fue asesinada a golpes y estrangulada, según determinó la autopsia. No forzaron la puerta ni le robaron. No hay siquiera un sospechoso. A dos años. Nada

Dos años del homicidio que conmocionó a Puerto San Julián. Y ni un sospechoso. 



WOU habló con el hijo de la Dra. Malvar, Alejandro Jodar Malvar, abogado, y el único que insiste y pide a la justicia que actúe, que se mueva. Que accione. Que le diga ¿quién mató a su mamá? 

Alejandro relata conmovido la situación por la que atraviesa. “Con días malos, y días muy malos”. 

Al principio las sospechas se inclinaron hacia el círculo íntimo, el entorno familiar. Primero hacia la nuera de Zulma -Cristina Burgos-  a quien le allanaron su domicilio, le secuestraron su celular, le realización extracción de sangre para cotejo de ADN. 

“Y nada de eso brindó resultados positivos. Pero aún sigue imputada” comienza relatando el hijo de Malvar. También investigaron a Alejandro, pero no avanzaron mucho en este sentido.  Jodar Malvar  trabajaba en el poder judicial local.  

“Los investigadores solicitaron que se me realizara un análisis corporal y el secuestro de mi celular y nunca lo hicieron. La Jueza Mardones decidió que no. Se habló mucho de que tanto la jueza y el fiscal me estaban encubriendo, eso sumado a que yo trabajaba en el juzgado donde se tramita la causa, la verdad que fue una situación bastante incómoda y triste” indica Alejandro.

En el transcurso de los días surgió el nombre de un médico (Héctor Indelicato) que ese día no fue a trabajar al hospital y luego se hizo presente en la casa de la doctora. 

“Indelicato, estuvo en el lugar del hecho, y con el fiscal presente manipulo el cuerpo de mi mama. Le sacó fotos con su celular y luego las mostró en la guardia del hospital. A partir de ese momento pasó a ser sospechoso para nosotros (la parte querellante), pero nunca lo fue ni lo es para el juez ni el fiscal”. 

Este médico tiene un frondoso historial delictivo y antecedentes penales. Es un claro sospechoso para la familia, pero no para la Justicia. 

“Lo más sorprendente es que se fue del pueblo apenas comenzó la pandemia. Se fue a vivir a Carmen de Patagones (Buenos Aires)”.

“En noviembre de 2019 los investigadores presentaron un informe y solicitaron varias medidas de prueba, pero el juez inexplicablemente reservó ese informe porque supuestamente podría entorpecer la causa.  No solo que lo reservo sino que nunca lo agregaron al expediente hasta que nosotros nos enteramos de su existencia. Se agregó recién en julio del 2020, perdiendo tiempo valioso. Ahí estaban pedidas las extracciones de sangre,  pero a esa altura Indelicato ya se había ido de San Julián”.

Los peritos levantaron material de rastros genéticos (manchas de sangre) de dos personas en la casa de Zulma Malvar: uno corresponde a un hombre y otro a una mujer.  Al día de hoy se está esperando que le realice extracción de sangre para cotejo de ADN al médico en Patagones, ya  se ordenaron dos fechas, pero a ninguna se presentó.

“Con el tiempo se realizaron muchas pericias, pasaron muchos testigos, se ordenó una autopsia psicológica que se está produciendo al día de hoy, ¡Y no hay más!”. 

 

El letargo

“El trabajo del Poder Judicial está a la vista al día de la fecha, quince cuerpos de expediente, casi 3000 fojas, dos años de trámites judiciales y burocracia que lejos se asemejan a una real investigación de un crimen, sin tener una certeza para llamar a indagatoria a alguna persona sospechosa” detalla el primogénito de la doctora asesinada.

El juez titular de la causa es Ludovico Pio Pala y la jueza subrogante es Anahí Mardones: ninguno  salió a hablar públicamente de la causa. Si lo hizo el fiscal en algunas oportunidades justificando lo injustificable.

“Nuestro trabajo junto a los abogados que nos acompañan es buscar información, hablar con gente, leer y releer la causa para ver si surge algún dato para seguir una línea investigativa, controlar lo que hacen los agentes judiciales.  Permanentemente presentar escritos aportando información y solicitando medidas de prueba”. 

“Voy a las audiencias, busco, investigo. Y aun no sabemos quién mato a Zulma”. 

Hoy 18 se cumplen ya dos años.

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