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PANDEMIA SIN AGUA EN GALLEGOS

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PANDEMIA SIN AGUA EN GALLEGOS

La construcción de una planta anunciada en 2011, 2017 y hace dos días, y las increíbles declaraciones de Gleadell.

También hubo un convenio firmado en 2.014 para la misma obra que solucionaría por  25 años la provisión de agua. Desde hace semanas, diversos barrios de la capital santacruceña no tienen un normal  servicio.

Es muy fácil caer en el maniqueísmo, en donde o todo es blanco o todo es negro, sin que haya grises.  Pero en Santa Cruz,  a veces esto explica situaciones incomprensibles.

En medio de una pandemia mundial por Covid-19, cuya lucha se libra con la vacunación, y medidas sanitarias como distanciamiento social, uso de barbijo  y lavado de manos, no existe un normal aprovisionamiento de agua en por lo menos una docena de barrios de Río Gallegos.

El problema – que creció como una pequeña bola de nieve que caía en picada y fue alimentado por la falta de información oficial- comenzó hace semanas pero fue el 10 de agosto cuando Servicios Públicos informó que “debido al deshielo típico de esta época, se deben realizar limpiezas en planta potabilizadora para disminuir la turbiedad en el agua, esta situación genera que el suministro disminuya notablemente”.

Supuestamente  los trabajos de limpieza de la planta potabilizadora no serían extensos y “los inconvenientes se irán normalizando en las próximas horas”. 

Pero el servicio de agua no llegaba a los barrios. El 15 de agosto, el gobierno informó mediante un comunicado de prensa en la página oficial., que “en las últimas horas se ha incrementado nuevamente  el caudal del río Gallegos, trayendo consigo altos niveles de sedimentos y color”, por lo que “ante esta situación es necesario llevar adelante diferentes cortes de servicio para realizar limpieza en la Toma de agua, así como también en la planta potabilizadora. Esperamos sepan disculpar las molestias ocasionadas”.

Es decir, la limpieza que requeriría horas,  ahora no se sabe cuánto tiempo podría devengar.

El 18 de agosto, a través de la cuenta de Facebook, SPSE anunció la entrega de agua potable a los barrios de la ciudad.

Al día siguiente, el 19 de agosto, y nuevamente por medio del portal de noticias oficial  se expuso  “Gleadell destacó los avances del proyecto de la nueva planta de agua para Río Gallegos”.

El presidente de SPSE, Nelson Gleadell dijo que “la Gobernadora ya firmó acuerdos y nosotros estamos avanzando en terminar no solo el proyecto técnico operativo, sino también todo lo que hace a esa iniciativa para poder hacer río arriba una nueva Toma,  Planta y Acueducto que va a tener Río Gallegos próximamente”.

Para esta obra, destacó que “hay que recibir permisos y autorizaciones de todas las áreas y personas. Quien nos financia este nuevo acueducto, por un estimado de 50 millones de dólares, nos pide que este todo resuelto antes de llamar a la licitación. Ojalá que en un par de años podamos tener el doble del aporte de agua que hoy tenemos en una planta nueva”, indicó.

(También explicó que “el río ahora está más limpio y eso nos va a permitir volver al filtrado y captación de agua. Acorde a las necesidades que tenemos y en virtud de la capacidad de la planta que tenemos”, y que el miércoles 18 de agosto “abrimos las cisternas que ya estaban funcionando al 100%, hoy por la mañana y estaban en un 50% de funcionamiento por lo que esa agua ya fue distribuida en la ciudad además de la captación de toda la noche. Cuando hay todo un sistema de red vacío, cuesta presurizarlo y llenarlo”, amplió).

Pero lo más llamativo fue que Gleadell expresó que “el agua es un derecho”, que se debe considerar “que es una demanda global escasa”, y que si bien “no tenemos que apelar a usar menos, pero si a un uso racional, no solo en Río Gallegos sino en el mundo”. 

El funcionario argumentó, entre líneas, que como en todo el mundo falta agua, se debe hacer un uso racional en la capital santacruceña.  Algo así como, si en el resto del planeta sucede, como no va suceder en Río Gallegos.

Sin embargo lo más importante no fue esta argumentación extraña, sino la referencia aun obra con un costo de 50 millones de dólares, pero no por el valor , sino porque no aseguró cuando se realizaría la obra ( dijo “ojalá que en un par de años podamos tener el doble del aporte de agua que hoy tenemos en una planta nueva”) que fue anunciada en 2.011 por primera vez, y en 2.017.

El 24 de diciembre de 2.011gobierno de Cristina Fernández– según información oficial, Juan Carlos Villafañe, quien era en ese momento el presidente de SPSE, se reunió con el gobernador Daniel Peralta para presentarle “el proyecto definitivo de la nueva planta de tratamiento, captación y acueducto de agua potable para la localidad”.

“La oportunidad fue propicia para informar al Gobernador de distintos temas relacionados con obras, entre las cuales se encuentra la presentación realizada días atrás, ante organismos nacionales, entre ellos el ENHOSA, del proyecto definitivo de la nueva planta de tratamiento, captación y acueducto de agua potable para la ciudad de Río Gallegos, que es una necesidad que tenemos y que debemos resolver de alguna manera” y ahora “estamos a la espera de la firma del convenio que nos permita obtener el financiamiento para la realización de una obra de estas características”,  señaló el comunicado, el cual también se refirió a otras obras en el interior provincial.

En 2.014, SPSE ya había gestionado con el ministerio de Planificación Federal, el financiamiento con ENHOSA.

Transcurrieron tres años más. En 2.017, el gobierno de Mauricio  Macri , presentó el Plan Nacional del Agua, que consistió en una “serie de 38 obras fundamentales que tendrán una inversión de 9500 millones de dólares, con el objetivo de mejorar la calidad de la vida de los vecinos en todo el país”.

Dentro de estas 38 obras, se incluyó la Planta Potabilizadora de Río Gallegos “una obra de saneamiento y agua potable para satisfacer el suministro con un horizonte de 25 años”, según destaca el PDF que todavía se puede encontrar en Internet en el sitio de la subsecretaria de Recursos Hídricos, que depende de la Secretaria de Obras Públicas.

La obra, que tenía un plazo de ejecución de 30 meses, tenía un costo de  incluía: 55.762.409 dólares. Incluía:

-Obra de Toma sobre el Río Gallegos con su sistema de bombeo para un caudal de 2.300 m3/h.

– Acueducto de agua cruda (350 mts. de impulsión en diámetro 700 mm.) y obras complementarias.

-Planta Potabilizadora con una capacidad de 2.000 m3 /h y cisterna con una capacidad de almacenamiento de 10.000 m3.

-Acueducto de agua tratada (33 Km, 800 mm diámetro), con sus obras complementarias (estación de bombeo, dispositivos antiariete, etc.).

-Obras de vinculación a cisternas existentes.

– 2 cisternas con una capacidad de almacenamiento total de 5.500 m3 de agua potable, ubicadas en nuevos sectores de la localidad en crecimiento, mejorando almacenamiento y distribución en barrios sin agua.

-Readecuación de redes de distribución, cierres de mallas y mejora en presiones de agua para cada una de las zonas en que se divide la ciudad.

-Obras eléctricas externas asociadas al proyecto (vinculación a planta potabilizadora y a cisternas a construir en la localidad).

Las obras no se hicieron. A 20 días de la realización de las PASO, la falta de agua no fue solucionada. No es el mejor momento para complicar a los electores, pero en Santa Cruz, es fácil caer en el maniqueísmo.

 

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